Cuando las chicas se fortalecen

Women & Girls

22-09- 2017

Cuando las chicas se fortalecen: Las «Monjas de Kung Fu» que enseñan autodefensa

Las monjas del linaje Drukpa del budismo son conocidas por su fuerza, capacidad atlética y trabajo de ayuda humanitaria. Por ejemplo, están enseñando en aldeas conservadoras que las niñas deben ser alimentadas y apoyadas.

Cuando Jigme Rigzin tenía 19 años, le preguntó a sus padres si podría hacerse monja. Ellos dijeron que no. «Para las monjas en los monasterios [lo saben], solo hay trabajo de cocina y lavar los platos y la ropa», dijo en un reciente viaje a Nueva York.

«Entonces ellos no me lo permitieron». Pero los forcé. Y luego, cuando Su Santidad vino a preguntarle a mis padres si podía ser monja, mi madre se lo permitió».

Rigzin es ahora una de las 700 monjas del linaje Drukpa que estudian bajo la dirección del Gyalwang Drukpa, el líder del linaje Drukpa del budismo  y un líder que ha cambiado radicalmente la posición de las mujeres en su orden.

«La vida tradicional de las monjas es positiva y negativa», dijo a News Deeply.

«Hacer meditación, recitaciones, cantar, rezar, ese es el estilo de vida positivo que tienen», dijo. «Y lo negativo es lavar la ropa y los platos y servir a los monjes». Los monjes son siempre superiores. No me gusta la idea de tenerlas atrapadas en ese estilo de vida».

Rompiendo con una prohibición centenaria del ejercicio físico, alentó a las monjas a ver el mundo, entrenar atléticamente y convertirse en líderes humanitarias, viajando de aldea en aldea en bicicleta para hablar a favor del empoderamiento de las mujeres y la protección del medio ambiente.

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En agosto, las monjas organizaron el primer taller de defensa personal para mujeres y niñas del Himalaya, en Ladakh, que se encuentra en Jammu y Cachemira, una región fronteriza donde las mujeres se ven desproporcionadamente afectadas por la violencia, la violación y la trata. Durante el taller, las monjas compartieron sus propias experiencias de superar el miedo y enseñaron habilidades prácticas para la autoprotección.

Women & Girls se sentó con Jigme Rinzin, que tiene ahora 30 años, y Tenzin Lhamo, de 41, para entender sus experiencias de trabajo con niñas en una región altamente conservadora.

Women & Girls: Trabajáis en varios temas diferentes, desde la educación hasta la protección del medio ambiente, y el empoderamiento de las mujeres. ¿Cuál es el más cercano a vuestro corazón?

Jigme Rigzin: Quiero hacer todo. [Recientemente] limpiamos [una balsa] en Katmandú que no se había limpiado en años. La gente tira comida en plástico, por lo que permanece allí durante años. Huele, la gente se enferma, las vacas y los perros se comen el plástico y mueren. Entonces comenzamos una misión hace tres meses para limpiar el área.

Tenzin Lhamo: Lo que más me importa es rescatar chicas. En Bihar, por ejemplo, hay muchas chicas que no trabajan fuera. [Cuando lo visitamos], decíamos: «Salid, hablemos», pero nos miraban desde la puerta. Íbamos a comprar verduras y nos sorprendió tanto que en un país tan grande, ni siquiera se viera a una chica. Ellas no pueden hablar. No pueden mostrar su cara. Incluso en Ladakh fue así por la cultura.

Jigme Rigzin: El mayor problema es que las niñas no pueden salir de casa y hablar con la gente.

Women & Girls: ¿Cómo esperáis poder cambiar esta realidad?

Jigme Rigzin: Al ver nuestro ejemplo, las chicas se harán fuertes. Tratamos de hacer lo que los chicos pueden hacer, como ir en bicicleta. Vamos en bicicleta 500 mujeres a la vez. Si hay un problema de tráfico, no pedimos ayuda. Nosotras mismas lo manejamos.

Tenzin Lhamo: Nosotras hacemos todos los trabajos. No importa lo difícil que sea. Entonces, la gente nos ve y dice: «Incluso los niños no hacen ese trabajo, y [estas mujeres] pueden hacerlo». Entonces les podemos decir: «Nosotras estamos haciendo todo esto, ¿por qué su hija no puede hacerlo también? Porque nunca le diste una oportunidad. Nuestro gurú nos dio una oportunidad. Si le das una oportunidad, ella podrá hacer incluso más que tu hijo». El noventa por ciento de las veces, los padres están de acuerdo con nosotros. Dicen: «Nunca antes habíamos pensado así».

Women & Girls: ¿Habéis visto algún cambio?

Tenzin Lhamo: Sí, muchos. En Ladakh, los militares nos prometieron que puesto que estamos yendo en bicicleta tanto, ellos también comenzarán. Una vez a la semana, prometieron ir en bicicleta o caminar, y lo han hecho durante los últimos dos meses. Además, en Ladakh, hubo una maratón y las niñas ganaron. Incluso juegan al hockey sobre hielo. No sucederá todo de una vez, pero poco a poco.

Women & Girls: ¿Habéis sido testigos de trata a lo largo de vuestro viaje? ¿Qué se puede hacer para combatirla?

Tenzin Lhamo: Lo hemos visto en la frontera cuando íbamos en bicicleta. Debido a que una madre no tenía dinero, escuchamos que las niñas se vendían por 25,000 rupias ($ 385). En mi opinión, si [continuamos] mostrando con el ejemplo que podemos hacer algo, muchas personas entenderán que las niñas pueden hacer un trabajo difícil. De lo contrario, piensan: «Esta niña no puede hacer nada y cuando crezca se irá a casa de otro, así que es una inútil». Si mostramos con el ejemplo que podemos hacer algo, todos amarán a sus hijas y las apoyarán. Lo más difícil es que las chicas tienen miedo de los chicos.

Jigme Rigzin: Por eso aprendemos Kung Fu. Es auto defensa. Enseñamos Kung Fu a las chicas.

Esta entrevista han sido traducidas del hindi al inglés y después al castellano.